Pero a medida que pasa el tiempo el misterio es aún mayor, así como sus repercusiones.
Todo comenzó con misteriosas versiones que resonaban a ecos de la Guerra Fría: un grupo de diplomáticos estadounidenses en La Habana, Cuba se quejó de problemas auditivos, pérdida de balance, orientación espacial y memoria.
A esto siguió un reporte de la Associated Press con la hipótesis de un ataque con armas supersónicas ultrasecretas.
Eladio José Armesto es un analista que ha estado siguiendo el tema de cerca y considera que la actual Administración quiere eliminar el legado del presidente Barack Obama, especialmente en términos de relaciones con Cuba. De ahí, la hipótesis de una operación de “bandera falsa” o de auto-ataque.
Lo cierto es que el uso de teconologías secretas no es nada nuevo, especialmente cuando se trata de influir en la política exterior: durante la Guerra Fría, el bloque comunista y Estados Unidos se enfrentaban mediante conspiraciones y programas secretos como “MK Ultra” en Estados Unidos y el programa “Psicotrónico” del Kremlin.
Ante ello, los doctores que analizaron a los diplomáticos no pueden llegar a una conclusión específica. Por lo que los autores, así como los dispositivos quedan en el misterio. Lo único que prevalece, es la consecuencia, en términos de política.
Por el nivel de secreto es difícil saber si dichos acontecimientos tuvieron lugar, y si éstos realmente ocurrieron, qué tipo de dispositivos fueron utilizados para tales efectos. Sin embargo, lo que queda claro es que Miami es y seguirá siendo el nido de conspiraciones en la narrativa cubano-estadounidense.
Marcelo Sánchez, Miami.
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