“(Estoy) más confiado que nunca en que nuestras opciones para hacer frente a esta amenaza (norcoreana) son efectivas y abrumadoras”, dijo el viernes Donald Trump en un breve discurso al personal de la Fuerza Aérea luego de haber observado las instalaciones militares en la base Andrews, en el estado de Maryland (este).
El inquilino de la Casa Blanca también recalcó que EE.UU. defenderá a su pueblo ante “cualquier amenaza en contra de su forma de vida”, incluyendo la de Corea del Norte, que el jueves ignoró las sanciones en su contra y realizó otra prueba de un Misil Balístico Intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés).
A juicio de Trump, con este último lanzamiento, Pyongyang ha demostrado “su desprecio” tanto por sus vecinos en la región asiática como por toda la comunidad internacional.
Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional de Trump, Herbert Raymond McMaster, señaló el viernes que la “opción militar” sigue sobre la mesa respecto a Pyonygnag. Sin embargo, añadió que eso no es lo que prefería hacer Washington.
(Estoy) más confiado que nunca en que nuestras opciones para hacer frente a esta amenaza (norcoreana) son efectivas y abrumadoras”, dijo el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Eso mientras el líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró el mismo viernes que uno de los principales objetivos del país es conseguir un equilibrio de poder militar entre Corea del Norte y EE.UU. para que las autoridades estadounidenses no traten ni se atrevan a hablar de opciones militares contra Pyongyang.
Los medios oficiales norcoreanos también ya han adelantado que ninguna presión externa obligará a Pyongyang a renunciar a sus programas nuclear y balístico, que están destinados a protegerle al país de las hostilidades de EE.UU. y sus aliados, como las maniobras militares conjuntas Washington-Seúl en la península de Corea.
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