Según informa el diario The Daily Beast, este ejercicio se llevó a cabo esta semana en un ambiente artificial, en la base de Camp Lejeune, en el estado de Carolina del Norte, donde los marines estadounidenses experimentaron un despliegue en un pueblo devastado por la tercera guerra mundial cerca de la frontera rusa.
En esta maniobra había una aldea simulada, semejante a un pueblo europeo, con casas de adobe, con techos de paja, palmeras e incluso figuras de burros. Además, se usó un generador de aromas para producir los olores artificiales a pólvora y heces.
Asimismo, unos actores desempeñaron el papel de civiles de esta aldea y hablaban con fluidez ruso y otros idiomas de los países de Europa Oriental.
Como parte de la simulación, los actores tenían que intentar conseguir información personal de los marines como una forma de enseñarles la importancia de la información.
Esta maniobra fue realizada en momentos en los que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y los aliados de este último en Europa atraviesan por su peor momento, en gran medida por la crisis de Siria y el conflicto del este de Ucrania. Además, el país norteamericano está reforzando su presencia militar en torno a las fronteras occidentales de Rusia.
Moscú, no obstante, denuncia la presencia militar de Estados Unidos y sus aliados a lo largo de sus fronteras occidentales, advirtiendo de que estos actos socavan la seguridad tanto de la región como a nivel mundial.
Expertos internacionales argumentan que tales acciones unilaterales e injustificadas de EE.UU. podrían producir una escalada internacional.
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