En medio de grandes medidas de seguridad, los manifestantes portaban carteles con mensajes como "A nombre de la humanidad, no aceptamos a un Estados Unidos fascista", "Cambiaremos a Trump por 10.000 refugiados", "No al régimen de Trump-Pence", "Sin justicia no hay paz" o "No a la guerra".
Los manifestantes que también se congregaron en torno a la Torre Trump, en la que el presidente vivió hasta su llegada a la Casa Blanca gritaban lemas como "No Trump", "¡No KKK!" (La organización racista Ku Klux Klan), "¡No fascistas en EE.UU."
Estas protestas se realizan unos días después de la polémica y violenta manifestación en Virginia de la extrema derecha estadounidense que se transformó en un drama después de que un automóvil embistiera a una multitud de contramanifestantes antirracistas, dejando un muerto.
El saldo de víctimas mortales aumentó a tres, luego de que un helicóptero policial cayera en una zona cercana, matando a otras dos personas en un accidente cuyas causas se están investigando.
El racismo es malo… la violencia y el odio racistas no tienen lugar en América, incluido del KKK (Ku, Klux Klan), neonazis y supremacistas blancos… todos somos iguales bajo la ley, y somos iguales bajo nuestra Constitución”, dijo el presidente de EE.UU., Donald Trump.
La negativa del presidente a criticar a los grupos de la ultraderecha ya ha generado críticas, incluso por parte de sus propios correligionarios del Partido Republicano.
El alcalde de Charlottesville, Michael Signer, ha responsabilizado a Trump de alimentar la violencia que ha estallado en la manifestación de ultraderechistas en su ciudad, perteneciente al estado de Virginia.
Algunas encuestas, analistas, politicos y sociólogos coinciden en que, desde que Trump lanzó su candidatura para las presidenciales del año pasado hasta ahora, el país ha experimentado un aumento del odio y de la violencia racista y xenófoba.
Finalmente, bajo una fuerte presión después de la tormenta de Charlottesville, el presidente estadounidense se obligó condenar a los supremacistas blancos.
“El racismo es malo… la violencia y el odio racistas no tienen lugar en América, incluido del KKK (Ku, Klux Klan), neonazis y supremacistas blancos… todos somos iguales bajo la ley, y somos iguales bajo nuestra Constitución”, dijo Trump.
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