El frío proveniente de la Casa Blanca ha llegado ya al Departamento de Estado, lo cual podría provocar la dimisión de su máximo responsable Tillerson por una larga lista de diferencias con Trump que va en aumento, incluida la política respecto a Irán y el personal, según publicó el domingo la cadena local CNN.
Luego de semanas de conversaciones mantenidas con los amigos de Tillerson fuera de la Casa Blanca, la cadena estadounidense tuvo la impresión de que pese a estar frustrado con la Administración del magnate republicano, el secretario de Estado podría seguir en el cargo al menos hasta el fin de este año.
Esto, según sus conocidos, le daría suficiente tiempo para continuar con sus esfuerzos para reorganizar el Departamento de Estado y decir que funcionó como jefe de la Diplomacia estadounidense por un año.
No obstante, dos fuentes que hablaron en condición de anonimato con CNN dijeron el fin de semana que no se quedarían “asombrados” si Tillerson presentara su dimisión más temprano de lo predicho, pues la frustración va en aumento.
Asimismo, añadieron las fuentes, aumentan las dudas de Tillerson de que este “juego de la cuerda” con la Casa Blanca se termine pronto.
Tillerson no es el primero ni posiblemente el último alto cargo del equipo de la nueva Administración de Estados Unidos que ha tenido diferencias con Trump.
El viernes, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dimitió por considerar un "error grave" la decisión de Trump de nombrar director de comunicaciones de la Casa Blanca a Anthony Scaramucci, un financiero de Nueva York muy activo en su campaña.
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