Los documentos judiciales rusos demuestran que entre 2005 Y 2013 Veselnitskaya tuvo como cliente al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, por sus siglas en ruso), y pudo ganar a favor de este una disputa legal por la propiedad de un lujoso inmueble en el noroeste de la capital rusa, Moscú, informó el viernes la agencia de noticias británica Reuters.
La abogada rusa no respondió a los correos electrónicos de Reuters en los que se le consultaba sobre su trabajo para el FSB y este ente tampoco hizo declaraciones al respecto, de ahí que la agencia británica no pudo encontrar registros de cuándo y quién inició el juicio, que data al menos del año 2003.
Pero, documentos de una apelación evidencian que también estuvo involucrada la agencia federal rusa para la dirección de la propiedad, llamada Rosimushchestvo, no obstante, dicha entidad declinó hacer comentarios relativos al mencionado caso. Veselnitskaya y su firma Kamerton Consulting representaron a la “unidad militar 55002” en la disputa de propiedad, según los documentos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, antes de convertirse por primera vez en jefe de Estado, encabezaba el FSB, agencia que substituyó al Comité para la Seguridad del Estado (KGB, por sus siglas en inglés) de la era de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
No hay indicios de que Veselnitskaya sea empleada del Gobierno ruso o de los servicios de inteligencia. A su vez, ella ha negado tener lazos con el Kremlin, pero ahora el hecho de que esta abogada haya representado al FSB en un caso judicial podría despertar nuevas suspicacias entre algunos políticos estadounidenses.
Donald Trump Jr, hijo mayor del presidente estadounidense, se reunió el año pasado con la mencionada mujer que, según le dijeron, era abogada del Gobierno ruso y podría tener información perjudicial sobre la candidata demócrata, Hillary Clinton, de acuerdo a los correos electrónicos publicados por el propio hijo del magnate republicano.
La posible implicación rusa en la victoria de Trump en los comicios estadounidenses de 2016 ha generado polémica, pues, cada vez se divulga más información que fortalece esta hipótesis, aunque Moscú la ha rechazado. Los actos del presidente de EE.UU. hacen que esta presunción sea más fuerte, como el hecho de haber transmitido información altamente clasificada al canciller ruso, Serguei Lavrov.
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