El director de la Oficina de Gestión de Emergencias del condado de Leflore, Frank Randle, en el citado estado, informó a medios locales que tras horas de búsqueda realizada por equipos de rescate hallaron los dieciséis cuerpos sin vida, según informan este martes los medios locales.
Por su parte, el Cuerpo de Marines de EE.UU. confirmó el siniestro de su aeronave, pero sin llegar a detallar si entre los tripulantes había civiles.
Las autoridades competentes están investigando las causas de este accidente que hasta el momento son desconocidas.
El lugar de impacto está al norte de Jackson, capital estatal, y solo se sabe que el choque con el suelo se produjo sobre las 16.00 horas locales.
Tras registrarse el accidente, se estableció un radio de ocho kilómetros en el que se hallaron restos de la aeronave alrededor del lugar impacto, un cultivo de soja, para buscar a posibles supervivientes.
El avión estrellado era un Lockheed Martin KC-130, una aeronave cisterna propulsado por cuatro motores, utilizado para el reabastecimiento en vuelo como también transportar militares.
Este aparato es muy utilizado por el Ejército y la Fuerza Aérea de EE.UU. en misiones humanitarias y las de combate.
En este caso, el avión cargaba explosivos y municiones, según informó un policía estatal al medio local WMC.
En 2015, otro avión militar de transporte C-130 Hercules estadounidense, de la misma familia de KC-130, se estrelló en el aeropuerto de la ciudad afgana de Yalalabad, en la provincia de Nangarhar (este).
Así pues, con este accidente aéreo, el Ejército estadounidense ha perdido ya varias de sus aeronaves, como lo ocurrido a mediados de junio, cuando un caza F-16 se estrelló en estado de Texas (sur). También, otro F-16 registró un siniestro a principios de abril, pero esta vez en estado de Maryland (noreste).
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