• Walter Schaub, el director de la Oficina de Ética del Gobierno de Estados Unidos.
Publicada: viernes, 7 de julio de 2017 8:49
Actualizada: viernes, 7 de julio de 2017 10:35

Un alto funcionario de la Casa Blanca a cargo de los asuntos éticos de la Administración estadounidense dimitió el jueves por presuntas diferencias con Trump.

Walter Schaub, director de la Oficina de Ética del Gobierno de Estados Unidos, anunció el jueves su dimisión debido a la situación actual y sus problemas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Dada la actual situación, no hay mucho que pueda hacer en la Oficina. Las últimas experiencias muestran que es necesario que el programa ético sea reforzado”, se lee en una carta difundida por Schaub.

El ahora exdirector ha sido uno de los pocos funcionarios norteamericanos que ha criticado públicamente al jefe del Estado de EE.UU. y exigido que se deshaga de su imperio empresarial para evitar conflictos de intereses.

Schaub, quien su mandato no vencía hasta el 2018, en los pocos meses que ha transcurrido desde la presidencia del controvertido Trump, se ha visto enfrentado en varias ocasiones con la Casa Blanca y las figuras cercanas al mandatario estadounidense.

Dada la actual situación, no hay mucho que pueda hacer en la Oficina. Las últimas experiencias muestran que es necesario que el programa ético sea reforzado”, se lee en una carta difundida por Walter Schaub, director de la Oficina de Ética del Gobierno de Estados Unidos.

En específico, pidió que se sancionara disciplinariamente a la consejera presidencial, Kellyanne Conway, por haber animado en su programa de televisión a comprar ropa de la marca de Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense. La Casa Blanca rechazó su propuesta.

“El deber de la oficina es proteger el principio de que el servicio público es un bien público”, dice Schaub en su carta, mientras que expresa su esperanza de que cualquier persona que le vaya a sustituir siga monitoreando las actividades de los altos funcionarios de la Casa Blanca.

Hechos como la entrega de despachos en la Casa Blanca a sus hijos y su oposición a poner sus empresas bajo el control de un fideicomiso ciego, pues, han aumentado las preocupaciones de que Trump, a la hora de tomar decisiones importantes sobre Estados Unidos, de prioridad a los beneficios de sus propias empresas.

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