“El régimen de Corea del Norte está causando problemas tremendos y es algo que tiene que ser abordado y, probablemente, abordado con rapidez”, dijo el lunes el mandatario estadounidense.
Trump hizo estos comentarios tras reunirse con el primer ministro indio, Narendra Modi, en la Casa Blanca y agradecer el apoyo de Nueva Delhi a una nueva ronda de sanciones a Corea del Norte.
Las declaraciones del mandatario estadounidense se producen después de un nuevo episodio de tensiones entre Washington y Pyongyang tras la muerte de un estudiante estadounidense poco después de haber sido liberado por Corea del Norte.
Otto Warmbier, estudiante de la Universidad de Virginia de 22 años, fue condenado a 15 años de cárcel y a trabajos forzosos en marzo de 2016 por delitos contra el Estado norcoreano tras robar un cartel con un lema político en Pyongyang (capital de Corea del Norte).
Warmbier, tras recuperar su libertad por “razones humanitarias”, según Pyongyang, llegó a EE.UU. en estado de coma. La familia de Warmbier, entre otros, culparon a Corea del Norte de la muerte del joven a causa de las torturas; acusaciones que negaron las autoridades norcoreanas.
El régimen de Corea del Norte está causando problemas tremendos y es algo que tiene que ser abordado, y probablemente abordado con rapidez”, dijo el presidente estadounidense, Donald Trump.
Las autoridades estadounidenses reforzaron la presión contra Corea del Norte tras este episodio. El presidente Trump, tildó a Pyongyang de “un régimen brutal” y enfatizó que “enfrentará” al líder norcoreano, Kim Jong-un.
Ante esta amenaza, Corea del Norte ha dicho que si Trump provoca una guerra, “destruirá despiadadamente” EE.UU.
El desafío norcoreano protagonizó la reunión de autoridades de seguridad y defensa chinas y estadounidense. “Reiteramos a China que tiene la responsabilidad diplomática de ejercer una mayor presión sobre el régimen si quiere prevenir una escalada de tensión aún mayor en la región”, afirmó el miércoles el secretario de Estado, Rex Tillerson, tras el encuentro.
La península coreana vive una escalada de tensiones debido, en gran parte, a las repetidas pruebas de misiles de Corea del Norte y a los actos de provocación de Washington y Seúl, incluidas sus maniobras militares conjuntas en la zona. Pyongyang defiende su programa nuclear y de misiles como una respuesta legítima ante posibles agresiones enemigas.
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