Jeff Sessions, fiscal general de Estados Unidos, en sus declaraciones ante el Senado de Estados Unidos, ha considerado este martes de espantosa y detestable la idea que él formara parte de la supuesta colusión con Rusia en la última campaña electoral de los comicios presidenciales de Estados Unidos.
"La sugerencia de que participé de cualquier colusión, que no me di cuenta de una colusión sobre el gobierno de Rusia (...) es una mentira espantosa y detestable", ha dicho Sessions en una audiencia ante la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, ante la que debía declarar sobre la presunta colusión entre el equipo de campaña del ya presidente Donald Trump y el Gobierno de Rusia.
Sessions ha tratado de disipar las dudas que penden sobre él, asegurando de nuevo que nunca mantuvo conversaciones con funcionarios rusos o de otros países sobre asuntos como la interferencia en la campaña electoral en Estados Unidos.
La sugerencia de que participé de cualquier colusión, que no me di cuenta de una colusión sobre el gobierno de Rusia (...) es una mentira espantosa y detestable", ha dicho el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, en una audiencia ante la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, ante la que debía declarar sobre la presunta colusión entre el equipo de campaña del ya presidente Donald Trump y el Gobierno de Rusia.
También ha insistido en que “no recuerda” haberse reunido en Washington, capital de EE.UU., con el embajador ruso ante EE.UU., Serguéi Kislyak, pero, en realidad, en el año 2016 Sessions se reunió en al menos dos ocasiones con el embajador ruso.
"No tuve ninguna reunión privada, no recuerdo ninguna conversación con funcionarios rusos en el Hotel Mayflower; no acudí a ninguna reunión separada en ese evento", ha asegurado.
Si bien finalmente alegó que "posiblemente me crucé" con el embajador ruso, "pero no tengo memoria de una conversación con él".
Trump y su equipo han sufrido duras críticas desde su llegada al poder debido a su posible colusión con Rusia y por, supuestamente, haber presionado al ya exjefe del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, para que dejara de investigar al equipo del presidente estadounidense por dicho asunto.
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