El polémico momento sucedió el martes, cuando el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Stuart Jones, que acompañó la semana pasada al presidente del país norteamericano, Donald Trump, y su secretario de Estado, Rex Tillerson, a Arabia Saudí, celebraba una rueda de prensa sobre los logros del referido viaje.
“Durante su reciente visita a Arabia Saudí, el secretario (de Estado) criticó el desarrollo de las elecciones iraníes y el historial democrático en Irán. (Tillerson) lo hizo cuando se encontraba junto a las autoridades saudíes. ¿Cómo calificaría el compromiso de Arabia Saudí con la democracia? ¿Esta Administración estima que la democracia es un parachoques o una barrera contra el extremismo?", preguntó el periodista Dave Clark, de la agencia francesa de noticias AFP.
Jones permaneció en silencio unos 20 segundos para pensar qué contestar y respiró hondo antes de responder a la pregunta.
“Creo que lo que podemos decir es que, durante esa reunión (en Arabia Saudí) hemos conseguido un progreso significativo con Arabia Saudí y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico) en materia de lucha contra el extremismo, así como la implementación de ciertas medidas a través del CCG para combatir el extremismo”, replicó el funcionario estadounidense.
¿Cómo calificaría el compromiso de Arabia Saudí con la democracia?", pregunta el periodista Dave Clark, de la agencia francesa de noticias AFP.
En este sentido, continuó diciendo que “claramente, una fuente del extremismo, una amenaza terrorista, proviene de Irán, y procede de una parte del aparato de Irán, que en absoluto responde a su electorado”.
Trump concluyó el pasado domingo su primera gira por el extranjero como presidente de EE.UU. tras visitar Arabia Saudí, los territorios ocupados palestinos, Bélgica e Italia.
Durante su estadía en Riad, capital saudí, Trump firmó un contrato sobre la venta de armas, valorado en 110.000 millones de dólares. Tal medida fue tomada, de acuerdo con Tillerson, ante la creciente “influencia” del país persa en la región de Oriente Medio.
Luego, el dirigente estadounidense lanzó ataques verbales contra Irán, país al que volvió a acusar de promover el “terrorismo y el sectarismo”, y también pidió a todos los países árabes que trabajen juntos para “aislar” al país persa. Sus alegatos fueron rechazados por las autoridades iraníes.
Las acusaciones de Trump tuvieron lugar justo después de que la República Islámica de Irán celebrara, el 19 de mayo, las elecciones presidenciales, con una participación masiva, en las que Hasan Rohani salió victorioso.
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