Todo sucedió el pasado 27 de enero, cuando el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, le exigió al exdirector del Buró Federal de Investigación (FBI, en inglés) James Comey “lealtad” durante una cena privada, pero este tan solo le ofreció “honestidad”, algo que le habría costado el cargo, según publicó el jueves el diario estadounidense The New York Times.
El rotativo, que citó a varias colegas de Comey, agregó que el mandatario le pidió hasta tres veces al exjefe del FBI que le “jurase lealtad”. No obstante, este no acató y, en su lugar, le prometió que siempre sería “honesto” con él, pero insistió en que no sería “de fiar” en el sentido político del término.
El republicano Trump aseguró en una entrevista con NBC News que el cese fulminante de Comey era inevitable y no fue resultado de las recomendaciones hechas por el Procurador General, Jeff Sessions y el Procurador General Adjunto, Rod Rosenstein.
Los comentarios del mandatario fueron totalmente diferentes a la narrativa de la Casa Blanca sobre el suceso, que relacionó la decisión de Trump con la recomendación de Rosenstein.
Comey, elegido por el expresidente demócrata Barack Obama y cuyo mandato acababa en 2023, había solicitado fondos adicionales para la investigación de la supuesta interferencia rusa a favor de Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., antes de que sea sorprendido con la carta de despido del magnate.
En su entrevista con NBC News, Trump rechazó que la destitución de Comey fuese un intento para bloquear las investigaciones del FBI sobre la posible relación secreta del equipo de Trump con el Kremlin. Trump dijo que el exdirector del FBI le aseguró que él no estaba siendo investigado en el mencionado caso.
La polémica decisión de Trump le ha generado una lluvia de críticas. La oposición y la mayoría de los medios han señalado que la cesación se debió al intento del presidente de acabar con un personaje incómodo y poco flexible, empeñado en averiguar si el equipo del republicano se había coordinado durante las elecciones con Moscú para atacar a su rival demócrata Hillary Clinton.
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