• El presidente de EE.UU., Donald Trump, en una reunión con el canciller y embajador de Rusia, Serguei Lavrov y Serguei Kislyak, respectivamente en la Casa Blanca, 10 de mayo de 2017.
Publicada: jueves, 11 de mayo de 2017 2:22
Actualizada: jueves, 11 de mayo de 2017 13:52

Trump recibe al canciller ruso en la Casa Blanca mientras prohíbe que los medios locales cubran la reunión, a excepción del TASS ruso.

La Casa Blanca informó que la visita que iba a tener lugar entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y Serguei Lavrov, el miércoles, era una reunión a puerta cerrada, en otras palabras: el acceso a esta importante cita estaba vetado a los periodistas de los medios de comunicación estadounidenses.

Así pues, los reporteros no pudieron asistir al referido encuentro a fin de cubrir toda la información de manera independiente y tuvieron que esperar al posterior comunicado emitido por la sede presidencial.

Hasta aquí todo normal, hasta que se ha filtrado la noticia de que a la agencia estatal rusa de noticias TASS se le permitió acceder al Despacho Oval y cubrir en exclusiva el tan esperado primer contacto oficial de tan alto nivel entre EE.UU. y Rusia.

Esta circunstancia se ha vuelto bastante relevante debido al hecho de que el día anterior Trump destituyó al director del Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey.

Existen varias fuentes que apuntan a que detrás de este despido está el hecho de que Comey había solicitado más presupuesto para financiar su investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las pasadas elecciones presidenciales de 2016, cuyo resultado condujo al republicano Trump a la Casa Blanca.

Los rusos contaron con todas las facilidades del mundo (para cubrir la cita), mientras que la prensa acreditada estadounidense estaba vetada a la misma”, lamentó el reportero de la cadena norteamericana MSNBC Andrea Mitchell.

 

Por otro parte, el Ministerio de Exteriores de Rusia distribuyó rápidamente fotografías de la reunión de Trump con Lavrov y el embajador ruso Serguei Kislyak. Incluso, la embajada rusa en Washington D.C. (capital estadounidense) publicó unas instantáneas del mandatario norteamericano con Kislyak a través de un tuit.

“Los rusos contaron con todas las facilidades del mundo (para cubrir la cita), mientras que la prensa acreditada estadounidense estaba vetada a la misma”, lamentó el reportero de la cadena norteamericana MSNBC Andrea Mitchell, para luego concluir que este hecho “no tiene precedentes”.

Varios periodistas estadounidenses también destacaron la inusual situación en la que la prensa norteamericana tuvo que echar mano de los borradores informativos del Gobierno ruso para obtener detalles de la referida reunión.

No es la primera vez que Trump muestra su animosidad hacia los medios de comunicación estadounidenses, pues ha llegado a calificarles de “enemigos de EE.UU.”.

En una ocasión, el equipo de la portavocía de la Casa Blanca impidió la entrada a una conferencia de prensa a reporteros de la CNN, LA Times y NYT, entre otros medios.

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