El rotativo británico concretamente hace alusión este sábado a la dimisión del pasado martes del asesor de Seguridad Nacional de Trump, Michael Flynn, por sus contactos con Rusia, lo que se considera la primera baja política del presidente estadounidense.
“Es como un coche en el que ninguno de los engranajes funciona y tú no tienes idea de ir (a la velocidad de) 90 mph (milla por hora) o a 30 mph; y estás carenando. (Eso) no se compara con nada de lo que se pueda pensar. Nunca ha habido nada como esto”, indica el artículo citando al estratega demócrata Bob Shrum.
(El Gobierno de Trump) Es como un coche en el que ninguno de los engranajes funciona y tú no tienes idea de ir (a la velocidad de) 90 mph (milla por hora) o a 30 mph; y estás carenando. (Eso) no se compara con nada de lo que se pueda pensar. Nunca ha habido nada como esto”, indica el diario británico The Guardian.
Flynn anunció su dimisión tras el escándalo desatado por la revelación de que, poco antes de la toma de posesión del nuevo Gobierno estadounidense, habló con el embajador ruso en Washington sobre la posibilidad de levantar las sanciones contra Rusia.
El “problema” surgió, señala el texto, cuando después de tal revelación, Kellyanne Conway, la asesora del mandatario estadounidense apareció en la televisión declarando que el presidente tenía “plena confianza” en Flynn. “Sólo seis horas más tarde Flynn se fue”.
Pese a que parte de lo ocurrido —“entre algunos otros como el polémico decreto migratorio de Trump”—se puede atribuir a los problemas de cualquier otra Administración, la mayor parte del caos provocado recientemente en la Casa Blanca está sobre los hombros del “caprichoso, egocéntrico y volátil” Trump, que “fue elegido sin experiencia política o militar”, se lee en el artículo.
A este respecto The Guardian cita a Bill Galston, el asesor del expresidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001), según quien, “casi nadie” en el equipo de Trump había estado antes en la Casa Blanca. Galston además advierte de que este problema se compara con la situación en la que, la gente “no sabe cómo funciona una maquinaria”.
“Parece que tenemos un presidente que no puede distinguir el caos del orden”, prosiguió Galston tras asegurar que “hay aficionados haciendo un trabajo que sólo los profesionales pueden”.
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