Las protestas se realizan frente a la Casa Blanca (EE.UU.) en momentos que los grupos indígenas han jurado aprovechar todos los recursos legales para obstaculizar el avance del proyecto Dakota Access Pipeline (DAPL). Ellos dicen que la obra daña el medioambiente y profana sus lugares sagrados.
La construcción del polémico oleoducto Dakota Access, que amenaza la tierra de los indígenas, está más cerca de la realidad. El proyecto, que fue bloqueados por la Administración Barack Obama por precauciones medioambientales, ha superado este martes un último paso para su finalización, después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, pidiera su aprobación urgente.
El proyecto tiene una inversión de 3.800 millones de dólares. Atravesará el río Misuri y el lago artificial Oahe, fuentes de agua potable para la tribu ‘Standing Rock Nation’. De hecho, la tribu ha prometido una batalla legal después de la concesión otrogada por el Ejército estadounidense.
mhn/nal