"He establecido nuevas medidas de veto para mantener a los terroristas fuera de Estados Unidos. No los queremos aquí", afirmó el viernes Trump en una rueda de prensa que ofreció desde el Pentágono con motivo de la toma de posesión del secretario de Defensa, James Mattis.
Estados Unidos "no admitirá a las mismas amenazas que nuestros soldados enfrentan en otros lados del mundo" y, por ello, estableció un mecanismo de "chequeo extremo" para "mantener a los terroristas radicales fuera de Estados Unidos".
He establecido nuevas medidas de veto para mantener a los terroristas fuera de Estados Unidos. No los queremos aquí", afirmó el presidente de EE.UU., Donald Trump.
"Esto es bueno", puntualizó. Estados Unidos solo recibirá "a quien apoye a nuestro país y a quien ame a nuestro pueblo", agregó.
En este contexto, aseguró que "nunca" olvidará "las lecciones del 11-S" y prometió honrar a "los héroes que dieron sus vidas" en estos atentados, "no solo con palabras, sino con hechos". "Y eso es lo que estamos haciendo hoy", sostuvo.
En el marco de la nueva orden ejecutiva, Trump suspendió la misma jornada del viernes el plan de acogida de refugiados sirios por un tiempo indefinido.
Según publica la cadena ABC, el texto firmado por Trump llama a la suspensión inmediata de la migración de países supuestamente vinculados al terrorismo como Siria, Yemen, Sudán, Somalia, Irak, Irán y Libia, por un plazo de 90 días.
La medida suspende totalmente el programa estadounidense de acogida de refugiados durante al menos 120 días, mientras se concreta el futuro sistema de verificación de visados.
Los nuevos protocolos deben "garantizar que los aprobados como refugiados no supondrán una amenaza a la seguridad o bienestar de Estados Unidos".
Si bien, en el caso de Siria, la orden suspende indefinidamente la entrada de cualquier ciudadano sirio como refugiado al entender que "va en detrimento de los intereses de Estados Unidos".
De este modo, tal y como especifica el documento, se limita a 50.000 el número de refugiados que acogerá Washington en el año 2017, al entender que una cifra mayor es igualmente "perjudicial" para el país. El pasado año, la Administración Obama admitió a 85.000 refugiados, de los cuales 12.000 provenían de Siria.
mep/anz/ftm/msf