El texano presidente ejecutivo de la petrolera Exxon Mobil, Rex Tillerson, un experimentado negociador con estrechos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió el martes con Trump con el fin de discutir su nombramiento para tomar las riendas del Departamento de Estado de EE.UU., según informó el diario The Wall Street Journal.
"Si Trump realmente quisiera perseguir los objetivos de su campaña para mejorar las relaciones de EE.UU. con Rusia, Tillerson sería alguien que probablemente podría llevar a cabo eso. Está en muy buenas condiciones con Rusia”, aseveró Jim Krane, un experto en la geopolítica energética en la Universidad de Rice en Houston.
Si Trump realmente quisiera perseguir los objetivos de su campaña para mejorar las relaciones de EE.UU. con Rusia, Tillerson sería alguien que probablemente podría llevar a cabo eso. Está en muy buenas condiciones con Rusia”, aseveró Jim Krane, un experto en la geopolítica energética en la Universidad de Rice en Houston.
Amigos y asociados del directivo de Exxon aseguran que pocos ciudadanos estadounidenses tienen más vínculos con Putin que él, que conoce al líder ruso desde que representaba los intereses de Exxon en Rusia durante el mandato de Borís Yeltsin en la década de los 90.
"Ha interactuado con Vladimir Putin más que probablemente ningún otro estadounidense, con la excepción de Henry Kissinger (ex secretario de Estado estadounidense)", dijo John Hamre, exsubsecretario de Defensa de EE.UU.
La asociación de Putin con Tillerson se remonta a los años noventa, cuando Tillerson dirigió las operaciones rusas de Exxon. En 2011, Tillerson logró un acuerdo que permitía a Exxon acceder a los valiosos recursos del Ártico en Rusia, además de posibilitar a la petrolera estatal rusa, Rosneft, invertir en concesiones de Exxon en todo el mundo.
En 2013, el presidente ruso galardonó a Tillerson con la Orden de la Amistad, uno de los más altos honores de Rusia para los extranjeros.
Por otra parte, en la reunión anual de Exxon en 2014, Tillerson se posicionó en contra de las sanciones antirrusas por la crisis ucraniana tras ver en riesgo los intereses de Exxon.
Durante su campaña, Trump ha alabado en numerosas ocasiones la figura del presidente ruso, y se ha mostrado muy interesado en mejorar las relaciones de Washington con Moscú. En una entrevista hasta aseguró que, de ser presidente, reconocería Crimea como parte de Rusia.
En una conversación telefónica mantenida el 14 de noviembre, ambos políticos coincidieron en que en estos momentos, las relaciones ruso-estadounidenses son muy poco satisfactorias y se comprometieron a trabajar de manera conjunta para que la situación mejore.
Tanto Putin como Trump insistieron en la necesidad de unir esfuerzos para combatir el enemigo común, que es el terrorismo y hablaron sobre las distintas vías para solucionar la crisis de Siria.
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