En declaraciones ante el centro de investigación Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, en inglés), el director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, alerta el martes de que el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Siria, tal como propone la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, podría forzar a Rusia a apuntar con sus misiles S-300 a los aviones estadounidenses.
Según Clapper, el sistema móvil de los misiles S-300 desplegado recientemente por el Ejército ruso en el oeste sirio es capaz de derribar aeronaves y misiles de crucero de EE.UU., recoge el portal The Intercept.
Los sistemas que tienen ahí son muy avanzados, muy capacitados. No creo que ellos los hayan desplegado sin la intención de usarlos”, afirma el director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper
“Los sistemas que tienen ahí son muy avanzados, muy capacitados. No creo que ellos los hayan desplegado sin intención de usarlos”, ha subrayado el jefe de Inteligencia estadounidense.
A este respecto, insiste en que se toma muy en serio “la cobertura aérea del muy sofisticado sistema de defensa aérea” del que Rusia goza en Siria. “Tomamos en cuenta la naturaleza del armamento que (los rusos) ahí desplegaron y el por qué de su despliegue”, apostilla.
Rusia anunció el pasado 4 de octubre que había desplegado el sofisticado sistema antiaéreo S-300 en la base naval de Tartus, en el oeste de Siria, para garantizar tanto la seguridad de la base, como la “de los buques en la zona costera que forman parte de la unidad operativa de la Armada rusa”.
Desde un principio Washington expresó su preocupación por la instalación de los misiles antiaéreos rusos en el país árabe. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, calificó los S-300 rusos de una amenaza "contra las acciones militares" de otros países en Siria y alertó de que aumentan el riesgo de una “confrontación” en la región.
Clapper, en cuanto al sistema político de Siria, lamenta que el presidente de EE.UU., Barack Obama, deje en breve el cargo, mientras su homólogo sirio, Bashar al-Asad, sigue al frente del Gobierno.
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