En el artículo publicado este viernes por los dos medios informativos de EE.UU. se recuerda la muerte de Bryson Mees-Hernández, un niño de cuatro años que perdió la vida en enero pasado en el hospital de Houston (estado de Texas, en el sur de EE.UU), tras dispararse en el rostro.
Bryson se disparó un tiro en la cara con un Derringer calibre 22 que su abuela guardaba debajo de la cama, cuenta el diario, para después añadir que “el accidente puede ser atribuido a una cantidad de factores desde la negligencia de la abuela hasta la incapacidad del Gobierno y de la industria armamentística para asegurarse de que no ocurren este tipo de episodios”.
En los primeros seis meses del año en curso ha muerto un promedio de un niño cada dos días –bastante más de lo que muestran las estadísticas del Gobierno– como consecuencia de accidentes que involucran armas”, señala una investigación conjunta de AP y USA Today.
Al respecto, AP y USA Today pusieron en marcha una serie de investigaciones para averiguar cuántas tragedias de este tipo habían acaecido y concluyeron que “en los primeros seis meses del año en curso han muerto un promedio de un niño cada dos días –bastante más de lo que muestran las estadísticas del Gobierno– como consecuencia de accidentes que involucran armas”.
Como indica el estudio, accidentes como el de Bryson se repiten a diario en Estados Unidos. Niños curiosos encuentran armas cargadas sin seguro en sus casas o vehículos y las disparan accidentalmente hiriéndose ellos mismos o a otros, detalla el artículo, para luego destacar que “muchos adolescentes muestran armas a sus amigos o hermanos y terminan disparándolas”.
Los medios estadounidenses usaron como referentes artículos de prensa, información recogida por la organización Gun Violence Archive (GVA) y fuentes públicas y pasaron seis meses analizando las circunstancias de cada muerte o herida, producto de accidentes, en los que niños menores de 17 años dispararon armas de fuego entre el 1º de enero del 2014 y el 30 de junio del 2016. En total analizaron más de mil casos.
La violencia con armas de fuego es un mal endémico en Estados Unidos desde los inicios del país, con la toma del territorio por la fuerza a los autóctonos, a partir del siglo XVI. En lo que va del 2016, 11.456 personas han muerto por armas de fuego, según cifras de la Web especializada GVA.
fdd/ctl/zss/nal