En alusión a las declaraciones machistas de Trump sobre las mujeres, que incluso llegaron a involucrar a su propia hija Ivanka, y que han desatado una nueva ola de polémica, el mandatario estadounidense ha considerado como un "verdadero riesgo" colocar al magnate inmobiliario en el poder, porque, según Obama, "deshacería de todos los progresos" que ha logrado el país norteamericano.
"No necesito repetirlo. Hay niños en la sala... Denigrar a las mujeres, degradarlas, pero también a las minorías, los inmigrantes, a personas de otras creencias, burlarse de los discapacitados (Trump) Disminuye a los demás para darse importancia él", ha declarado Obama durante un acto de campaña demócrata en el estado de Illinois, celebrada este domingo.
No necesito repetirlo. Hay niños en la sala... Denigrar a las mujeres, degradarlas, pero también a las minorías, los inmigrantes, a personas de otras creencias, burlarse de los discapacitados (Trump) Disminuye a los demás para darse importancia él", ha declarado el presidente de EE.UU., Barack Obama.
La publicación del mencionado vídeo ha causado que Trump se enfrente en muy mala posición su debate televisivo clave con la rival demócrata Hillary Clinton. Actualmente, el magnate y la exsecretaria de Estado se encuentran en la universidad Washington de St. Louis (Misuri) y están, por segunda vez, cara a cara en un debate transmitido en directo por los grandes canales.
Clinton tratará de reforzar su imagen de mujer de Estado, mientras Trump podría verse limitado a aplicar una estrategia de reducción de daños, ya que la divulgación el viernes de un vídeo de 2005 en el que menosprecia a las mujeres con un lenguaje vulgar y machista, le ha valido al candidato republicano un fuerte rechazo incluso en sus propias filas, aunque el multimillonario ha anunciado que jamás se dará por vencido.
Algunos destacados republicanos no sólo anunciaron que no iban a votar por él, también le pidieron que renuncie. Los últimos en retirarle su apoyo a Trump han sido el ex candidato presidencial republicano John McCain y la ex secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Por mucho que resista Trump, este último escándalo ha dejado prácticamente en pedazos a su campaña, culminando una carrera electoral polémica a niveles no registrados en la escena política de EE.UU.
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