En un informe citando a “investigaciones internas de los servicios secretos (alemanes) y de la Cancillería”, los canales de televisión NDR y WDR y el diario Süddeutsche Zeitung han divulgado que el masivo espionaje de la inteligencia estadounidense al Elíseo y la CE se realizó desde un centro de inteligencia alemán.
Estas investigaciones comenzaron a raíz del escándalo por la posible colaboración secreta del Servicio Federal de Información (BND, por sus siglas en alemán) con la NSA.
Según los medios, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, ha reconocido “déficit técnicos y organizativos” en el BND.
Además, la comisión parlamentaria alemana, encargada de investigar la escandalosa implicación del Gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, con la NSA, ha criticado a la NSA por haber exigido al BND los números de teléfono, las IPs de ordenadores, contraseñas de correos electrónicos de los espiados, que en nada tenían relación con el terrorismo, algo que alega EE.UU. para justificar sus masivos espionajes.
El escándalo en marcha arrancó el pasado 23 de abril, después de que el rotativo alemán Der Spiegel publicara que el BND espió a políticos y empresas alemanes, y filtró los datos a la NSA.
En este sentido, el diario alemán Bild difundió que el BND puso a la disposición de la NSA “cientos de miles de datos (espiados) de empresas en Europa” y que los sectores de la inteligencia de Berlín “enviaban regularmente los resultados” de su vigilancias a sus homólogos norteamericanos.
El exanalista de la NSA Edward Snowden divulgó en junio de 2013 decenas de miles de documentos clasificados como alto secreto sobre programas globales de espionaje masivo de la inteligencia estadounidense.
De acuerdo con Snowden, el teléfono móvil de la canciller alemana estuvo en una lista de objetivos de la NSA desde el año 2002, entre otras altas autoridades de países “amigos”; las relaciones entre Estados Unidos y Alemania se vieron afectadas tras las revelaciones sobre el programa de espionaje de la NSA.
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