“Mike Pence es un hombre de honor, de carácter y de honestidad. Hillary Clinton (la probable candidata presidencial demócrata) es la encarnación de la corrupción. Es una persona corrupta”, dijo ayer sábado Donald Trump, presumible candidato republicano, en el acto de presentación de Pence, en Nueva York (noreste).
Gobernador de Indiana (centro este) desde 2013, tras ser congresista durante 10 años, su designación como candidato a vicepresidente había sido anunciada el viernes por Trump, que reconoció ayer que se debía, en parte, a su necesidad de contar con personas de dentro de los grupos de poder de Washington para las elecciones de noviembre.
Dos días antes, Pence había sido señalado en la prensa israelí como “posible arma secreta pro-Israel” de Trump, como amigo del régimen de Tel Aviv y de su primer ministro extremista, Benyamin Netanyahu desde 2001. Al principio de su campaña, Trump había tratado de atraerse la simpatía del antisionismo estadounidense jactándose de no necesitar el dinero del lobby “Coalición Judía Republicana”, granjeándose numerosas enemistades, antes de ir progresivamente incrementando su apoyo a Israel.
Mike Pence es un hombre de honor, de carácter y de honestidad. Hillary Clinton (la probable candidata presidencial demócrata) es la encarnación de la corrupción. Es una persona corrupta”, dijo el aspirante presidencial estadounidense Donald Trump
La página de análisis político estadounidense Veterans Today presenta a Pence como “un firme defensor de la tortura, de los programas de entrega (los secuestros practicados por la Inteligencia estadounidense en decenas de países), de los asesinatos con drones y de hacer cualquier cosa que diga Israel sin hacer preguntas”.
En 2009, el gobernador fue presentado en el Comité Estadounidense para Asuntos Públicos de Israel (AIPAC, en inglés), uno de los principales lobbies sionistas activos en EE.UU. Su sumisión al régimen de Tel Aviv llega al extremo de haber proclamado que Washington apoyaría a Israel si este lanzaba un ataque militar contra Irán, a la vez que se jactaba de haber participado en la imposición de medidas de embargo a Teherán, calificadas de “sanciones”.
El compañero de Trump visitó, incluso a las autoridades israelíes en diciembre de 2014, pocos meses después del devastador ataque a Gaza en julio y agosto de ese año. En febrero de 2016, firmó una de las leyes más duras de EE.UU. para impedir que los ciudadanos de Indiana dejasen de colaborar con la ocupación de Palestina con medidas de boicot, desinversión y sanciones (BDS).
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