Los manifestantes portaban el jueves los retratos de las víctimas de la violencia policial, sobre todo el del afroamericano Laquan McDonald, que murió por 16 disparos a manos de un policía blanco en octubre de 2014.
También volvieron a exigir la renuncia del alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, llegando incluso hasta la puerta de su casa, a pesar de que el alcalde anunció el miércoles nuevas reformas para la policía local a fin de reducir el carácter ofensivo de las tácticas de los agentes.
Emanuel anunció que se duplicará la cantidad de armas de electrochoque disponibles para los agentes de policía y se pondrá en marcha un plan de entrenamiento para ayudar a distender situaciones tensas y limitar la cifra de personas tiroteadas por las fuerzas del orden público. Esto sucedía después de que el 24 de diciembre, cientos de personas organizaran una manifestación en Chicago, en el centro este de EE.UU., bajo el lema "Navidad Negra".

Por otra parte, en la misma jornada del jueves, la fiscal principal de Chicago, Anita Álvarez, del condado de Cook, anunció que ha pedido la ayuda de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en las pesquisas sobre el letal tiroteo que llevó a cabo un policía el fin de semana contra dos ciudadanos negros: Bettie Jones, de 55 años de edad y madre de cinco hijos, y Quintonio LeGrier, un joven de 19 años de edad.
Esta inusual medida añade más presión al Departamento de Policía de Chicago, el segundo cuerpo de policía más importante del país y considerado uno de los más brutales, que ya es objeto de investigación por violaciones a los derechos civiles por parte del Departamento de Justicia de EE.UU. sobre el uso de la fuerza de manera letal, especialmente contra minorías.
Cleveland (Ohio, norte) cumple su cuarto día de protestas, después de que las autoridades decidieran el lunes no enjuiciar a los dos agentes que mataron a tiros al niño de 12 años de edad Tamir Rice mientras jugaba con un arma de juguete.

Las protestas tanto contra Emanuel como Álvarez se han realizado casi a diario desde finales del mes pasado, cuando se publicó un vídeo en el que se muestra cómo un policía blanco de Chicago, Jason Van Dyke, abre fuego contra Laquan McDonald.
Los tiroteos contra afroamericanos por agentes de policía —principalmente blancos— en distintas ciudades estadounidenses en los últimos 18 meses han generado amplias protestas en todo el país.Según la agencia británica de noticias Reuters, la policía de EE.UU. había matado en 2015, hasta el 15 de diciembre, a al menos 1152 personas.
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