Lo primero que aclaró la canciller María Fernanda Espinosa es que el caso Assange es un tema heredado. Por lo que procedieron a explorar varias opciones para buscar una salida; la primera surgió al otorgarle la carta de naturalización a Assange como ciudadano ecuatoriano.
El trámite inició el mes de septiembre del año pasado, y según los entendidos, cumplió con todos los requisitos. Esta condición le permitiría a Assange optar por una dignidad diplomática como ecuatoriano. Pero el Reino Unido declinó a esta opción.
Pese a todo, las autoridades ecuatorianas confirman que la vida de Assange corre peligro, sin mencionar los procesos judiciales en Estados Unidos que contemplan pena de muerte, según lo confirmó la defensa del asilado.
Por el momento la canciller Espinosa le apuesta al mecanismo de mediación internacional para buscar la salida de Assange de la embajada, mecanismo que aún no tiene la anuencia del Reino Unido, ha dicho.
Robinson Robles, Quito.
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