Según ha informado este martes el coordinador adjunto del Ejército de Irán, el contralmirante Habibolá Sayari, los ejercicios arrancarán el miércoles en las aguas del Golfo Pérsico y el mar de Omán, así como otras distintas zonas del país.
En los simulacros participan las cuatro unidades del Ejército iraní, es decir la Fuerza Naval, la Fuerza Aérea, la Fuerza Terrestre y la Defensa Aérea, y se pondrán a prueba los nuevos aviones teledirigidos de fabricación nacional.
La precisión y potencia de las armas, el grado de continuidad del vuelo, las capacidades de los sistemas de guía y control y las capacidades de combate de los drones son algunos de los casos que se evalúan en este ejercicio.
Transferir experiencia a las fuerzas jóvenes y aumentar su preparación para el combate con el fin de poder enfrentar las amenazas se encuentran entre los otros objetivos y características de este simulacro, según ha indicado el titular castrense iraní.
Sayari ha anunciado que más de 150 drones participarán en los simulacros, recalcando que esto es solo una parte del poder de los drones de las Fuerzas del Ejército de la República Islámica de Irán, que están realizando operaciones con diversas misiones de reconocimiento, vigilancia y combate.
Irán, pese a las sanciones, se encuentra entre los cinco primeros países del mundo en la fabricación de aviones teledirigidos y misiles y se considera una “superpotencia de drones”, según muchos estrategas militares.
El teniente general Alexus Grynkewich, el principal mando de la Fuerza Aérea estadounidense en Asia Occidental, admitió el 21 de julio que Irán disfruta de una gran superioridad aérea en la zona, gracias a su poderosa flota de aviones no tripulados.
Con todo esto, las autoridades iraníes aseguran que su doctrina de defensa se basa completamente en la disuasión, por lo que su poderío militar no representa amenaza alguna para los países de la región, ni para las demás naciones.
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