“En tal guerra Irán aprovecharía su gran flota de buques de ataque rápido para lanzar misiles antibuque contra adversarios en el Golfo Pérsico, con el fin de cerrar el paso a través del estrecho de Ormuz”, reza el artículo del diario estadounidense The National Interest, redactado el viernes por el columnista en seguridad e historia militar Sebastien Roblin.
En esta nota, el autor se ha referido a las capacidades de los submarinos y minisubmarinos persas, entre ellos, el de clase Qadir, de fabricación nacional, capaz de desplazarse a una velocidad de 21 kilómetros y portar dos torpedos de 533mm en las aguas litorales poco profundas del Golfo Pérsico.
"En general, las aguas litorales poco profundas son muy favorables para operaciones minisubmarinas, con interferencias de zonas rocosas superficiales y fuertes oleajes que reducen el alcance de detección del sonar", afirma Roblin.
Además, se ha referido al poderoso submarino persa Fateh, capaz de alcanzar una velocidad máxima en posición sumergida de entre 26 y 42 kilómetros y operar en una profundidad de hasta 200 metros debajo de la superficie.
En tal guerra Irán aprovecharía su gran flota de buques de ataque rápido para lanzar misiles antibuque contra adversarios en el Golfo Pérsico, con el fin de cerrar el paso a través del estrecho de Ormuz”, reza el artículo del diario estadounidense The National Interest.
De igual modo, ha recordado el poderoso torpedo iraní Hoot, que puede llegar a una velocidad de más de 320 kilómetros. Según el columnista, esto se logra mediante el uso del calor del sistema de escape del cohete, lo cual le permite viajar en una burbuja de gas con resistencia al arrastre mínimo.
El experto, no obstante, ha resaltado que las limitaciones internacionales, impuestas tanto por EE.UU. como por otros países occidentales, ha resultado en un tremendo impulso para la "autosuficiencia militar de Irán".
Además, destaca que aunque el estado de algunos de los barcos y submarinos iraníes sigue siendo desconocido, su despliegue marcará mejoras significativas en el potencial naval del país persa.
"El esfuerzo consistente de Irán para producir domésticamente submarinos más grandes y más capaces y armas desplegadas en sellos, proporciona más pruebas de que Teherán está invirtiendo a largo plazo para convertirse en una potencia militar autosuficiente", concluye.
En los últimos años, la Fuerza Naval de Irán ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para proteger las rutas navales y proporcionar seguridad a sus buques mercantes y petroleros.
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