El creador de este proyecto es el cabo de los Bomberos de Barcelona Marc Sellarès. Un bombero, licenciado en Bellas Artes, que compagina su actividad en el servicio de emergencias de la capital catalana (región nororiental española), con sus intervenciones artísticas.
Sellarès ya había hecho otras obras pero cuando realmente saltó a la esfera mediática fue después de que en julio de 2015 un incendio acabara con 1293 hectáreas de un bosque en la provincia de Barcelona.
La bienal de ‘land art’ de Andorra este año está inspirada en el camino de los Derechos Humanos. Una vía que utilizaron tanto los republicanos españoles para huir del franquismo como los judíos fugándose de las atrocidades del nazismo”, informa el creador de la imagen, el bombero catalán Marc Sellarès.
El bombero se pasó un año creando un proyecto artístico denominado El Bosque de las Cruces. Aprovechó la leña de los árboles quemados y construyó una cruz por cada una de las hectáreas que desaparecieron en el incendio. Una obra efímera que dio a la zona una sensación de cementerio.
El bombero es capaz de remover conciencias con su arte y lo ha vuelto a conseguir en esta ocasión también.
“La bienal de ‘land art’ de Andorra este año está inspirada en el camino de los Derechos Humanos. Una vía que utilizaron tanto los republicanos españoles para huir del franquismo como los judíos fugándose de las atrocidades del nazismo”, informa Sellarès.
Durante la bienal se han realizado diversas intervenciones artísticas pero la que preside el acto es la de Sellarès. “La he titulado como Som (Somos) porque todos somos potenciales refugiados”, informa.
Som es una obra efímera construida en tela de poliéster blanca en la zona denominada la Tartera de Carroi de Andorra.

“La intervención es una imagen enorme de mi hija en brazos de mi hijo como si se tratara de refugiados. La silueta de la figura está hecha con línea discontinua tal y como se dibujaban las fronteras en los mapas de la Guerra Civil”.
La imagen está inspirada en el llamado mito de Eneas “al que muchos consideran el primer refugiado”. Cuando Troya cayó en poder de los aqueos, Eneas huyó con su padre, Anquises, y su hijo, Lulo, de la ciudad. “Es una imagen muy clásica y la he querido reproducir colocando a mis hijos allí”, remarca.
Gran parte de la complejidad de la obra se debe a que la imagen está distorsionada para conseguir que en el centro del país de los Pirineos se vea en tres dimensiones.
“Llevo tres meses diseñando la intervención que he tenido que construir en un campo de fútbol. La disposición ha sido muy complicada y hemos tenido que trabajar diez personas, entre artistas y bomberos, montándola e incluso hemos necesitado un helicóptero”, destaca el artista catalán.
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