"Sin esto no podrá haber relaciones normales, como tampoco será posible si no se pone fin a otras políticas aún vigentes que son lesivas a la soberanía de Cuba como los programas subversivos e injerencistas", ha declarado Raúl Castro durante su intervención en la XVII Cumbre del Movimiento No Alineado (MNA) en la venezolana isla de Margarita.
En este contexto, ha reiterado que La Habana está interesada en tener “relaciones de convivencia civilizada” con Estados Unidos, tras más de medio siglo de enfrentamiento en la Guerra Fría, sin embargo, ha dejado claro que su país no renunciará “a uno solo de sus principios” ni realizará “concesiones inherentes a su soberanía e independencia”.
Sin esto (el fin de las políticas subversivas e injerencistas’de EE.UU.) no podrá haber relaciones normales, como tampoco será posible si no se pone fin a otras políticas aún vigentes que son lesivas a la soberanía de Cuba como los programas subversivos e injerencistas", ha declarado el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Además, ha asegurado que Cuba continuará apoyando la autodeterminación de los pueblos y no dejará de defender sus ideales revolucionarios y antimperialistas.
"Cuba seguirá reclamando el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero, que tantos daños y privaciones nos causa y que afecta también a muchos países por su alcance extraterritorial; y continuará demandando que se devuelva a nuestra soberanía el territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Estados Unidos en Guantánamo", ha asegurado Castro.
Pese a la reanudación de las relaciones entre ambos países, anunciada en 2015, el presidente de EE.UU., Barack Obama, prolongó el pasado mes de febrero por un año más —con modificaciones— la declaración de emergencia nacional estadounidense contra Cuba.
Tras el anuncio del restablecimiento de nexos con el país norteamericano, según Castro, “ha habido algunos avances, sobre todo en el ámbito diplomático y de la cooperación en temas de interés mutuo”, pero, ha agregado, “no ha sido igual en la esfera económico comercial, debido al alcance limitado aunque positivo de las medidas adoptadas hasta ahora”.
En otra parte de sus declaraciones, el presidente de Cuba ha manifestado su incondicional respaldo al Gobierno y pueblo venezolanos, a la unión cívico-militar y al presidente Nicolás Maduro, cuya nación es blanco de crecientes ataques a su soberanía y autodeterminación, ha dicho.
Asimismo, ha rechazado el golpe de Estado parlamentario judicial contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lo que ha considerado como un acto de desacato a la voluntad soberana del pueblo que la eligió de manera democrática.
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