“Este es un acto irresponsable de avivar las graves tensiones en la península coreana y una provocación militar no disimulada de amenazar la seguridad y los intereses de la RPDC (siglas de la República Popular Democrática de Corea, nombre oficial de Corea del Norte), en apoyo de la política hostil de Estados Unidos en su contra”, aseveró este miércoles Ryu Kyong-chol, un investigador de la Asociación Corea del Norte-Europa, en un comunicado en inglés.
De este modo, se refirió a los simulacros de dos días que iniciaron Francia y Corea del Sur por primera vez el martes pasado en una base aérea en la ciudad de Gimhae, en el sureste del país.
Ryu advirtió a Francia de que el envío de sus aviones de combate a la península coreana no puede verse más que como un acto que considera a Corea del Norte como un enemigo.
“Será mejor que Francia deje de desperdiciar sus energías en la región de Asia-Pacífico”, indicó el funcionario norcoreano y para luego advirtió a París que “si continúa su comportamiento frenético en la península coreana, el mayor punto crítico, como ahora, enfrentará una situación indeseable”.
El equipo francés llegó a Corea del Sur la semana pasada como parte de la misión “Pegase” diseñada para desplegar activos aéreos en el este y el sur de Asia en lo que llama una demostración del compromiso del país con la seguridad en la región de Asia y el Pacífico.
Fue el primer ejercicio aéreo combinado entre las fuerzas aéreas de los dos países e incluyó ejercicios de reabastecimiento en vuelo, así como un vuelo conjunto destinado a conmemorar los sacrificios de los soldados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que perdieron la vida durante la Guerra de Corea de 1950-53.
En reiteradas ocasiones, Pyongyang ha alertado de la escalada de tensiones en la zona por los ejercicios militares que realizan Seúl y Washington, advirtiendo al país norteamericano y “sus fuerzas vasallas” de que sus provocaciones podrían responderse con “fuerza nuclear abrumadora”.
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