Así lo ha anunciado este domingo la agencia surcoreana de noticias Yonhap, citando fuentes militares que han informado de que las fuerzas surcoreanas y estadounidenses llevaron a cabo, la semana pasada, ejercicios conjuntos en la península coreana para infiltrarse en Corea del Norte y eliminar las armas de destrucción masiva en caso de conflicto.
De acuerdo con dichas fuentes, los ejercicios, bautizados como Warrior Strike (Golpe de Guerrero, en español), se realizaron de martes a viernes en la base norteamericana de Camp Stanley, ubicada al norte de Seúl (capital de Corea del Sur) y en otros lugares.
La 2ª División de Infantería de Estados Unidos publicó el viernes las imágenes del último día de los juegos de guerra —en los que participaron cientos de soldados de ambas partes— en su cuenta en la red social Facebook.
Además, precisó que el general Jeong Kyeong Doo, jefe del Estado Mayor Conjunto surcoreano; el general Vincent K. Brooks, comandante de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur (USFK, por sus siglas en inglés); y el teniente general Thomas S. Vandal, comandante del Octavo Ejército de EE.UU. en Corea del Sur, visitaron la referida base y observaron los ejercicios en su último día.
Las tensiones entre Corea del Norte y EE.UU. se han incrementado en semanas recientes tras la prueba misilística realizada por Pyongyang el pasado 28 de noviembre.
La Casa Blanca dice que ya tiene preparadas las “opciones militares” contra Pyongyang, y este, por su parte, realiza pruebas nucleares y balísticas conforme, como alega, a su “derecho legítimo a la autodefensa” ante la abierta “hostilidad” de EE.UU.
De hecho, las autoridades norcoreanas aseguraron que los programas nucleares y balísticos de Pyongyang solo apuntan a Estados Unidos, que realiza con frecuencia maniobras militares cerca de Corea del Norte.
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