En alusión a nuevos ejercicios militares de cuatro días entre Estados Unidos y Corea del Sur, en medio de tensión en la península, Corea del Norte ha advertido asimismo de las consecuencias “catastróficas” que conllevarían semejantes juegos de guerra.
Para Pyongyang, liderado por Kim Jong-un, las maniobras en desarrollo en las periferias de las islas Paekryong y Yonphyong son “una deliberada y planificada provocación militar”, cuyo blanco es el suelo norcoreano.
“La situación en la península coreana se encuentra en su peor fase de tensión en que una guerra nuclear podría estallar en cualquier momento por los pasos imprudentes de agresión de Estados Unidos respecto a la RPDC”, ha indicado este lunes la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA, refiriéndose al nombre oficial de Corea del Norte: la República Popular Democrática de Corea.
La agencia que actúa como portavoz de Pyongyang considera “títeres” de Estados Unidos a las fuerzas surcoreanas y escribe: “El acto de provocación militar de las fuerzas títeres, que está siendo caótico con el apoyo que brindan a su dueño, es un acto suicida de cavar su propia tumba”.
La situación en la península coreana se encuentra en su peor fase de tensión en que una guerra nuclear podría estallar en cualquier momento por los pasos imprudentes de agresión de Estados Unidos respecto a la RPDC”, escribe la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA.
De igual modo, la KCNA critica a los “títeres belicistas” por tratar de provocar una guerra, aumentando la tensión en cooperación con los “extranjeros”.
A su juicio, los militares surcoreanos son “acosadores” de la paz y “traidores” de su propio pueblo, a quienes “nunca” se les dejará sin castigo por su accionar.
La gira del inquilino de la Casa Blanca por Asia ha empeorado la situación ya alarmante en la península. Pyongyang alertó el miércoles de que el periplo podría allanar el camino para el estallido de una guerra nuclear.
ask/ktg/tas
