Los tres portaaviones —el USS Ronald Reagan, el USS Nimitz y el USS Theodore Roosevelt— han entrado en el Teatro de Operaciones de Corea (KTO, por sus siglas en inglés), situado en el mar de Japón (mar del Este), frente a la península coreana, para maniobras de cuatro días que durarán hasta el próximo martes 14 de noviembre, informa la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Tal y como han explicado las autoridades surcoreanas, es la primera vez que tres portaaviones estadounidenses se concentran en un espacio tan reducido para un ejercicio conjunto con Corea del Sur.
El objetivo de las maniobras, según el Estado Mayor Conjunto de Seúl, es reforzar la credibilidad del mecanismo de “disuasión ampliada” —como se conoce el compromiso de EE.UU. de defender a sus aliados movilizando todas sus capacidades militares, nucleares y convencionales— frente a las provocaciones nucleares y balísticas de Corea del Norte.
“Las maniobras conjuntas deben poner de manifiesto nuestra determinación y voluntad de disuadir a Corea del Norte de provocaciones y de tomar represalias si se nos provoca”, ha explicado un funcionario surcoreano que se negó a ser identificado.
Las maniobras conjuntas deben poner de manifiesto nuestra determinación y voluntad de disuadir a Corea del Norte de provocaciones y de tomar represalias si se nos provoca”, dice un funcionario surcoreano.
Además de los tres portaaviones señalados, de propulsión nuclear, participan en los simulacros —poco usuales, ya que se trata del primer ejercicio en una década en el que se implican tres portaaviones de EE.UU.—, 11 naves estadounidenses Aegis y siete buques de guerra surcoreanos, incluidos dos destructores Aegis.
Este tipo de maniobras militares son exactamente los “actos de provocación” frente a los cuales pone en guardia Pyongyang, que los considera una amenaza en su contra y ha exigido en reiteradas ocasiones que cesen.
De hecho, Pyongyang defiende que realiza sus pruebas nucleares y balísticas por su “derecho a la autodefensa” ante las “intenciones hostiles” de EE.UU., manifestadas en su presencia militar y, precisamente, en las maniobras conjuntas Washington-Seúl frente a la península de Corea.
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