“El ejercicio está destinado a mejorar la disuasión contra las amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte y mostrar nuestra capacidad para detener cualquier acto de provocación”, ha explicado un portavoz del Ministerio surcoreano de Defensa.
Estas maniobras, que se prolongarán por cuatro días, son poco usuales porque se trata del primer ejercicio en una década que involucra a tres portaaviones estadounidenses: Ronald Reagan, Nimitz y Theodore Roosevelt.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, estos ejercicios navales se llevan a cabo en el océano Pacífico occidental con la participación además de siete buques surcoreanos, entre ellos tres destructores.
La Marina de Estados Unidos ha detallado que las embarcaciones estadounidenses realizarán ejercicios aéreos, de vigilancia en el mar, entrenamiento de combate aéreo defensivo y otras operaciones de entrenamiento.
El ejercicio está destinado a mejorar la disuasión contra las amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte y mostrar nuestra capacidad para detener cualquier acto de provocación”, ha explicado un portavoz del Ministerio surcoreano de Defensa.
Este tipo de simulacros militares son exactamente las actividades provocativas de las que ha advertido Pyongyang, considerándolas una amenaza en su contra y ha exigido en reiteradas ocasiones el cese de tales “provocaciones”.
Estos ejercicios se producen tras las visitas que realizó esta semana el presidente de EE.UU., Donald Trump, a los países regionales, en las que intentó promover las posturas antinorcoreanas e insinuar la inminente amenaza que, a su juicio, representa Pyongyang.
El pasado miércoles el diario estatal norcoreano Rodong Sinmun, consideró que la gira de Trump a los países asiáticos provocaría una guerra nuclear. “Trump ha volado a Corea del Sur en busca de reforzar sus amenazas militares contra nosotros y tiene la intención de encender la mecha de una guerra nuclear”, se lee en el medio.
Tras amenazar a Corea del Norte con la ‘destrucción total’ en plena Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) el pasado mes de septiembre, el inquilino de la Casa Blanca volvió a advertir el miércoles último a Corea del Norte de no subestimar a EE.UU. y que ya llegó el tiempo de la fuerza.
Corea del Norte, ya una nación nuclear, hace hincapié en que estos ataques verbales por parte de Washington y sus actividades militares en la región son razones por las cuales Pyongyang no puede detener su programa nuclear y de misiles, ya que se siente amenazado por una potencia nuclear.
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