“Es posible que Corea del Norte lleve a cabo más provocaciones. En estas circunstancias es necesario que nosotros —Corea del Sur y EE.UU.— juntos manejemos la situación con astucia y firmeza para evitar una mayor escalada de tensión, o cualquier tipo de choque militar accidental que pueda salirse rápidamente de control”, ha advertido la canciller surcoreana, Kang Kyung-wha, en un discurso ofrecido en Washington.
Además, ha avisado que Corea del Norte ha hecho progresos “más rápidos de lo esperado” en el desarrollo de armas nucleares, y que un brote de guerra podría tener consecuencias devastadoras.
“Pyongyang se está acercando rápidamente a su objetivo declarado de tener misiles balísticos nucleares capaces de alcanzar Estados Unidos”, ha alertado Kang, para después pedir la aplicación de sanciones antinorceoranas.
Estos comentarios se producen en la misma jornada en que el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, ha considerado las recientes declaraciones del presidente de EE.UU., “una declaración de guerra”, por lo que Pyongyang se reserva el derecho de tomar medidas de represalia, incluyendo derribar aviones estadounidenses.
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con “destruir totalmente Corea del Norte” si sigue sus amenazas contra EE.UU. o sus aliados.
Es posible que Corea del Norte lleve a cabo más provocaciones. En estas circunstancias es necesario que nosotros juntos manejemos la situación con astucia y firmeza para evitar una mayor escalada de tensión”, ha advertido la canciller surcoreana, Kang Kyung-wha.
El Gobierno de EE.UU., no obstante, ha negado haber declarado la guerra a la parte norcoreana y ha advertido de que Pyongyang no tiene derecho a disparar contra sus aviones.
“No hemos declarado la guerra a Corea del Norte, y francamente, sugerir eso es absurdo”, ha dicho hoy lunes la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en una conferencia de prensa.
La península coreana vive una escalada de tensiones sin precedentes después del sexto test nuclear de Pyongyang, el más potente hasta la fecha realizado el pasado 3 de septiembre y las medidas militares de EE.UU. y sus aliados en la zona.
Pyongyang asegura que sus ensayos tienen carácter disuasivo y defienden su “derecho a la autodefensa” ante las “intenciones hostiles” de EE.UU. y sus aliados en la región (Tokio y Seúl).
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