Así lo advirtió el lunes Eric Gómez, autor de un artículo para el diario estadounidense The National Interest, subrayando que el sistema estadounidense de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, en inglés), no es una manera adecuada de atajar la tensión —como alega EE.UU.— en la península coreana.
El polémico sistema antimisiles de EE.UU. entró en funcionamiento a principios de mayo tras instalarse en la ciudad surcoreana de Seongju (situada a casi 300 kilómetros de la capitalina Seúl). Su despliegue, busca contrarrestar la supuesta ‘amenaza’ que representa Pyongyang por sus ensayos de misiles balísticos y nucleares.
No obstante, Gómez cree que el THAAD aunque reduce las posibilidades de un exitoso ataque de misiles norcoreanos contra importantes bases militares estadounidenses y algunas ciudades de Corea del Sur, es poco probable que alivie la situación en la península.
"El THAAD no es capaz de defender a Seúl de los misiles norcoreanos porque la mayor parte de la capital está justo fuera de los 200 km del alcance de los interceptores del THAAD", publicó el lunes el diario citando al autor.
Incluso si el sistema antimisiles, agrega el columnista, se desplegara más cerca de Seúl, no sería capaz de defenderlo del fuego de la artillería convencional de Corea del Norte.
Agrega que el THAAD tampoco es capaz de derribar un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) de Corea del Norte, dirigido hacia EE.UU., un sofisticado proyecto sobre el que está trabajando duramente Pyongyang.
El THAAD no es capaz de defender a Seúl de los misiles norcoreanos porque la mayor parte de la capital está justo fuera de los 200 km del alcance de los interceptores del THAAD", dijo Eric Gómez, autor de un artículo para el diario estadounidense The National Interest.
El autor agrega que el THAAD, debido a su ubicación geográfica y sus limitaciones técnicas, proporciona solamente paraguas protector para las bases de la fuerza aérea de EE.UU. en Corea del Sur y el puerto de Busan, y parece que la protección a la población surcoreana es su objetivo secundario.
"El THAAD hará poco para aliviar las actuales tensiones en la península coreana. Una mayor protección para los soldados estadounidenses podría hacer que la escalada por parte de EE.UU. sea menos costosa y por lo tanto más atractiva. La Administración (estadounidense de Donald) Trump tendrá que encontrar otra forma de salir de esta crisis", concluye Gómez.
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