El portal Web norcoreano de propaganda Uriminjokkiri ha arremetido este martes contra el asesor de Seguridad Nacional surcoreano, Kim Kwan-jin, por haber mantenido una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Herbert Raymond McMaster, con quien abordó el despliegue del THAAD.
La página norcoreana tacha a Kwan-jin de un “lacayo feo proestadounidense”, puesto que conversó con McMaster después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijera que Seúl debería pagar por el sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), valorado en 1000 millones de dólares.
La vergonzosa conducta de Kim de albergar y halagar la trama de invasión estadounidense es un acto para vender a su país, y ridiculizar e insultar al sentimiento público surcoreano”, señala el portal Web norcoreano de propaganda Uriminjokkiri.
La demanda de Trump ha provocado fuertes críticas en Corea del Sur, dado que va en contra del acuerdo sobre su despliegue, según el cual, Washington acordó pagar por el sistema a cambio de que Seúl aceptase albergarlo y proporcionar el terreno para la ubicación del mismo.
Pese a todo eso, “los títeres conservadores” surcoreanos defienden la instalación del sistema de defensa antimisiles de EE.UU., como lo hacen los “gatos callejeros”, indica el medio refriéndose a Trump y sus consejeros.
“La vergonzosa conducta de Kim de albergar y halagar la trama de invasión estadounidense es un acto para vender a su país, y ridiculizar e insultar al sentimiento público surcoreano”, señala.
Ante la creciente presión que EE.UU. y Corea del Sur ejercen contra Pyongyang con la instalación del THAAD —que se dirigirá únicamente contra Corea del Norte, conforme asegura Washington—, Corea del Norte ha amenazado con impulsar “al máximo” su fuerza nuclear para reforzar su disuasión.
El despliegue del THAAD, cuyo traslado a la localidad de Seongju, situada a unos 300 kilómetros de la capital surcoreana, Seúl, comenzó a finales de abril; además ha provocado las críticas de China, país que lo considera un “peligro continental”.
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