El aumento de las tensiones entre Pyongyang y Washington ha creado una situación “en la que una guerra nuclear podría estallar en cualquier minuto”, ha alertado este lunes el embajador adjunto norcoreano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kim In Ryong, en una rueda de prensa.
Sus declaraciones han tenido lugar horas después de que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, haya advertido al Gobierno de Pyongyang de no poner a prueba la “determinación” del presidente estadounidense, Donald Trump.
Durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente en funciones surcoreano, Hwang Kyo-Ahn, en Seúl (capital de Corea del Sur), Pence ha dicho que "se ha acabado la era de la paciencia estratégica" con Corea del Norte y EE.UU. mantiene abierta toda opción contra Pyongyang.
Al respecto, Ryong ha manifestado la disposición de su país para responder a "cualquier tipo de guerra" que lance Washington.
"Si Estados Unidos se atreve a recurrir a una opción militar (...) la RPDK (República Popular Democrática de Corea) está lista para reaccionar a cualquier tipo de guerra que Estados Unidos desee", ha declarado.
Asimismo, tras criticar que EE.UU. haya creado una situación peligrosa en el mundo, ha acusado a Washington de llevar al mundo al borde de una guerra nuclear.
En otro momento de sus declaraciones, ha denunciado las maniobras militares conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur, las cuales ha considerado como “ejercicios de guerra agresivos”, que promueven “la guerra real”.
Para Ryong, “está claro para todo el mundo” que Washington “está empeñado en el peligroso ruido de sables”.
“Es un delito que amenaza la estabilidad en Corea”, ha enfatizado, para después añadir que “si EE.UU. opta por las acciones militares, Corea del Norte está lista para reaccionar”.
Este mismo lunes, Estados Unidos y Corea del Sur han acordado adelantar la instalación del sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), en el suelo surcoreano para hacer frente a "la amenaza que supone Corea del Norte".
Sin embargo, Pyongyang, que considera la presencia estadounidense en la península coreana como un acto de provocación, amenazó el pasado 6 de abril con dar "el golpe más implacable", si Washington le provoca.
fdd/ctl/mnz/rba