La embajada china en Nueva Zelanda ha rechazado este martes cualquier responsabilidad en los ataques registrados el pasado marzo contra varios servidores de la compañía tecnológica Microsoft y tilda las acusaciones vertidas por Washington y sus aliados contra Pekín como un acto de “calumnia malintencionada”.
“Dada la naturaleza virtual del ciberespacio, uno debe tener evidencia clara al investigar e identificar incidentes relacionados con el ciberespacio”, ha anotado la representación china en Wellington.
En la misma línea, se ha pronunciado la misión diplomática china en Australia, al describir las alegaciones de Estados Unidos como “totalmente infundadas e irresponsables” y una “difamación maliciosa”, además de lamentar que Canberra “repite como un loro” la retórica antichina de los países occidentales.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusaron el lunes a China de estar detrás del ciberataque global contra la compaña tecnológica estadounidense Microsoft.
El gigante asiático ha negado cualquier vinculación al respecto y ha catalogado a EE.UU. de campeón mundial de ciberataques maliciosos.
La atribución de ciberataques sofisticados es técnicamente difícil; sin embargo, la reciente acusación de EE.UU. a China promete escalar las tensiones entre ambas partes, en momentos en que Washington había centrado en Rusia la mayoría de sus denuncias sobre hackeos de empresas e instituciones gubernamentales estadounidenses.
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