Se trata de nuevos proyectos de naturaleza militar de construcción y de recuperación de tierras, que supuestamente están convirtiendo islas en bases navales y aéreas, publicó el martes la agencia británica de noticias Reuters, citando a analistas y expertos estadounidenses sobre China.
Se han descubierto nuevas instalaciones chinas en islas como Tree Island, un islote del archipiélago de las Paracelso, disputado por China, Taiwán y Vietnam, además de reclamar algunas partes de él Malasia y Filipinas.
En las Spratly (Nansha, en chino), el gigante asiático ha estado construyendo además pistas de aterrizaje, y hay expertos que acusan a Pekín de pretender convertir las islas en bases aéreas.
“Expertos y ciudadanos chinos siempre han dejado claro que cuando llegue el momento adecuado empezarán a usar estas instalaciones extensas de manera más plena”, ha dicho a Reuters Bonnie Glaser, experta en seguridad de China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington (EE.UU.).
La región marítima en cuestión, de gran importancia económica y estratégica, es objeto de numerosas reclamaciones territoriales, pero ha salido de los titulares en los últimos meses, sustituida por Corea del Norte, en el oeste del océano Pacífico.
Expertos y ciudadanos chinos siempre han dejado claro que cuando llegue el momento adecuado los chinos empezarán a usar estas instalaciones extensas de manera más plena”, dijo Bonnie Glaser, experta en seguridad de China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
El mar de la China Meridional ha sido un importante punto de fricción entre EE.UU. y China desde 2015, cuando el país norteamericano organizó patrullas navales alrededor de las islas artificiales que había construido Pekín en la región.
China, que considera la totalidad del mar del Sur de China territorio soberano suyo, denuncia las operaciones marítimas estadounidenses en la zona y advierte de que tales actos de provocación pueden poner en peligro la paz en el este de Asia.
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