• Cazabombarderos del Ejército chino listos para despegar.
Publicada: viernes, 28 de julio de 2017 9:31

Un experto ruso cree que las declaraciones de que EE.UU. podría realizar un ataque nuclear contra China son una provocación o una mera afirmación irreflexiva.

"Es una provocación informativa para ver la reacción de Rusia y China o es una declaración irreflexiva de un militar", ha afirmado este viernes el presidente del Centro de Pronósticos Militares, Anatoli Tsiganok a Sputnik.

El jueves, el comandante de la Flota del Pacífico de EE.UU., Scott Swift, aseguró estar preparado para lanzar un ataque nuclear contra China si el presidente de EE.UU., Donald Trump se lo ordena.

Para Tsiganok, en caso de cualquier ataque estadounidense contra el gigante asiático, Pekín podría adoptar fácilmente medidas respectivas ya que gran parte de la producción de EE.UU. está en China.  

"EE.UU. parece olvidar que un 50 % de su producción está en China, que podría tomar medidas respectivas en caso de una amenaza o un ataque directo", ha subrayado al añadir que los vecinos de China y los aliados de EE.UU. —Corea del Sur y Japón— en aras de defender sus intereses, disuadirían a Washington de atacar a China.

Es una provocación informativa para ver la reacción de Rusia y China o es una declaración irreflexiva de un militar", ha afirmadoel presidente del Centro de Pronósticos Militares, Anatoli Tsiganok.

 

Además, Estados Unidos tiene que temer a otro vecino de China —Corea del Norte— cuyo Ejército está bien preparado y dispuesto a lanzar operaciones subversivas tanto contra las tropas estadounidenses, como contra sus aliados en la región, agrega el analista.

La actual estrategia estadounidense de contención militar dirigida a China, conocida como el "pivote hacia Asia" y anunciada en 2011 por el entonces presidente Barack Obama, tiene como verdadero objetivo impedir que China supere a Estados Unidos como principal poder de la región.

En una entrevista concedida el martes al portal web estadounidense The Washington Free Beacon, el director de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), Mike Pompeo, consideró a China como la mayor amenaza para el país norteamericano debido a su poderío en el ámbito económico, así como por los programas de espionaje.

Estados Unidos y China, aunque siguen siendo importantes socios comerciales e inversores, discrepan en varios temas como es el caso de las reivindicaciones territoriales de Pekín sobre una gran parte del mar de la China Meridional. Las demandas por parte de China están en conflicto con las de otras naciones, incluyendo varios aliados cercanos a EE.UU.

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