La nave de guerra, cuyo nombre aún está por revelarse, ha sido trasladada de un muelle al agua en una ceremonia de lanzamiento celebrada en el astillero de Dalian, ubicado en la provincia de Liaoning, en el noreste de China.
Aprovechando la experiencia de construir y operar el Liaoning, la Marina china ha introducido diversas modificaciones en la estructura interna para adaptarlo a sus necesidades.
Tal como se aprecia en imágenes publicadas por la agencia oficial Xinhua, el buque tiene una plataforma de despegue curvada a modo de tabla de esquí. Los hangares del buque fueron construidos lo suficientemente grandes para albergar a bordo entre 28 y 36 aviones de guerra, lo que permitirá que genere más ataques.
El portaaviones tipo CV-17, lleva en construcción desde 2013. En esencia se trata de una versión actualizada y mejorada del CV-16 Liaoning, a su vez un semigemelo del portaaviones ruso de origen soviético Almirante Kuznetsov.
Este buque no será el último del programa militar chino, pues, pues según informes anteriores, ya está en construcción en un astillero en Shanghái el diseño de un tercer portaaviones, que constituiría un verdadero salto cualitativo en las capacidades de la marina china.
El lanzamiento del nuevo portaaviones se produce en medio de una escalada de tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, generada por las continuas maniobras conjuntas entre Washington y Seúl y las pruebas de armas norcoreanas, así como la militarización de la zona por parte de EE.UU.
El presidente chino, Xi Jinping, urgió el sábado al Ejército de su país reforzar su conciencia respecto a la preparación para la guerra, seguir atento a la situación en la región y realizar esfuerzos incansables para mejorar su capacidad de combate.
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