"Como política soltera, (Tsai) no tiene carga familiar", por lo que su "estilo político y su estrategia ejecutiva tiende a ser emocional, personal y extremista", ha señalado un miembro de la asociación oficial china encargada de los intercambios con la isla, Wang Weixing.
Las declaraciones de Wang fueron publicadas en un diario controlado por la agencia oficial Xinhua el pasado martes, aunque después se retiraron.
Como política soltera, (Tsai) no tiene carga familiar, por lo que su estilo político y su estrategia ejecutiva tiende a ser emocional, personal y extremistas", señala un miembro de la asociación oficial china encargada de los intercambios con Taiwán, Wang Weixing.
Wang, veterano oficial del Ejército y director de estudios internacionales de la Academia de Ciencias Militares del Ejército Popular de Liberación chino criticó también a la familia de la mandataria: Su padre, aseguró, "ha tenido más de una mujer", lo que, en su opinión, "afectó negativamente" a la personalidad de la presidenta, haciéndole perder seguridad (en sí misma).
El militar chino llega incluso a deducir que Tsai promoverá "la independencia en secreto" y provocará a Pekín "para acabar con la paz en el estrecho" de Taiwán.
Ing-wen, del Partido Democrático Progresista (PDP), se convirtió en enero en la primera presidenta mujer de Taiwán. Su victoria podría poner fin a ocho años de acercamiento a China, ya que es muy crítica con el Gobierno de Pekín.
Aun así, la mandataria ha llamado a un "diálogo positivo" con China continental, y ello pese a la creciente hostilidad de Pekín.
Taiwán se separó de la China continental al terminar la guerra civil en 1949, cuando el ejército nacionalista se refugió en la isla tras ser derrotado por las fuerzas comunistas de Mao Zedong.
Pekín aún considera Taiwán una provincia de su territorio nacional susceptible de ser recuperada por la fuerza si es necesario, y exige a Washington que deje de vender armas a este país para evitar perjudicar las relaciones China-Taiwán y China-Estados Unidos.
Desde la llegada al poder de Ing-wen, China no ha dejado de lanzar advertencias sobre las "ambiciones independentistas" de la nueva mandataria, y ha amenazado a Taipéi con cesar las conversaciones bilaterales.
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