El Gobierno nipón abrió la base militar el lunes en la isla de Yonaguni, la porción de tierra habitada más occidental del archipiélago japonés, y desplegó allí una unidad permanente de las Fuerzas niponas de Autodefensa (Ejército), que cuenta con 160 miembros.
La base se encuentra a unos 150 kilómetros (90 millas) al sur de las islas disputadas por Tokio y Pekín, conocidas como las islas Senkaku, en Japón, y Diaoyu, en China.
Esperamos que la parte japonesa aprenda de las duras lecciones de la historia, (…) actúe con discreción en cuestiones militares y de seguridad y haga más para aumentar la confianza mutua con los vecinos y para beneficiar la paz y la estabilidad regionales", sostuvo el portavoz de la Cancillería china, Hong Lei.
De acuerdo con Nozomu Yosh, profesor de la Universidad japonesa de Nihon y un general retirado de las Fuerzas de Autodefensa, la nueva base también se puede utilizar para llevar a cabo operaciones militares en la región.
El lunes, el Ministerio de Defensa de China consideró pura "provocación" la medida de Japón y pidió a la comunidad internacional que permanezca en estado de alerta sobre la expansión militar de ese país asiático.
"Las islas Diaoyu son territorio inherente de China. Nos oponemos firmemente a cualquier comportamiento provocativo de Japón hacia el territorio chino", reza un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa de China. "Las actividades de los barcos chinos y aviones en el espacio aéreo y las aguas pertinentes son completamente apropiadas y legales", agregó el texto.
El portavoz de la Cancillería china, Hong Lei, ha sido el segundo en reaccionar a la medida, al llamar al país nipón a evitar acciones que perturben la paz y la estabilidad regionales.
"Esperamos que la parte japonesa aprenda de las duras lecciones de la historia, (…) actúe con discreción en cuestiones militares y de seguridad y haga más para aumentar la confianza mutua con los vecinos y para beneficiar la paz y la estabilidad regionales", sostuvo Hong.
Tokio ha decidido reforzar sus capacidades militares en torno a las deshabitadas islas debido al recrudecimiento de la disputa con Pekín, desde que en 2012 el Gobierno japonés decidiera nacionalizar el suelo de varios de los islotes.
Las tensiones entre China y Japón se intensificaron en 2012 después de que el Gobierno japonés nacionalizara tres de las islas que llama Senkaku en el mar Oriental de China.
En medio de las crecientes tensiones, el Gobierno nipón ha decidido expandir sus Fuerzas de Autodefensa en el mar Oriental de China durante un período de cinco años, al elevar el número de su personal a 10.000. Japón tiene planes, además, para incrementar sus baterías de misiles allí para que sea capaz de dibujar una cortina defensiva a lo largo de la cadena de islas.
El militarismo japonés cerca de las islas en disputa dificulta la navegación para los barcos chinos que navegan desde sus costas orientales, ya que deben pasar a través de esta barrera para llegar al Pacífico occidental.
Algunos analistas políticos creen que el creciente militarismo de Japón en la zona forma parte de una estrategia más amplia que tiene como objetivo impedir la influencia de China en el Pacífico occidental mientras esta cuenta con el control del mar del Sur de China.
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