"Siendo un país pequeño, no podemos mantener indefinidamente esta tarea", afirmó el domingo el mandatario costarricense, Luis Guillermo Solís, acerca de la crisis de refugiados isleños que enfrenta la zona desde hace unas semanas.
Siendo un país pequeño, no podemos mantener indefinidamente esta tarea", afirmó el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís
Casi 5000 inmigrantes de Cuba, que trataron de atravesar Panamá y Costa Rica con el objeto de continuar su camino por Centroamérica hasta llegar a Estados Unidos, vieron interrumpida su marcha cuando Nicaragua les impidió el paso.
Managua cerró el pasado 15 de noviembre su frontera con Costa Rica tras criticar a las autoridades de este país por permitir el ingreso forzoso de miles de cubanos indocumentados, la mayor parte de ellos procedentes de Ecuador.
El mandatario costarricense está presente en la isla caribeña para realizar la primera visita oficial a Cuba en 72 años de un presidente de Costa Rica, además tiene previsto abordar el tema de la inmigración "con fraternal franqueza" en la reunión que celebrará el martes con su homólogo cubano, Raúl Castro, en la capitalina ciudad de La Habana.
Pese a ello, Solís ha prometido no deportar a los cubanos y continuar buscando una manera de que los inmigrantes lleguen a Estados Unidos.
De igual modo, el dignatario de Costa Rica planteará dicho asunto en el encuentro de la próxima semana en El Salvador con todos los presidentes del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
El pasado mes de noviembre se celebró una reunión de los cancilleres del SICA en la misma localidad, donde participaron también los representantes de Cuba, Ecuador, México y Colombia.
Asimismo, se han llevado a cabo otros encuentros entre los titulares de dichos países para de consultar sobre esa crisis y encontrar una salida.
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