Jordania secunda los pasos de sus aliados: Arabia Saudí, Egipto, Baréin y Emiratos Árabes Unidos; aunque lo hace con menos intensidad. Solo reduce su representación diplomática, mientras que sus socios cortaron los lazos. También señaló que anulará la licencia del canal de televisión catarí Al Jazeera.
Mientras muchas personas están varadas en los aeropuertos de varios países, por el bloqueo aéreo que han impuesto a Catar, Arabia Saudí no deja de subir el tono.
El canciller saudí, Adel al-Yubair, exige que Catar cambie sus políticas para que sea posible retomar las relaciones. Pero, Doha se resiste.
En este tablero de ajedrez político, EE.UU. respalda a su gran aliado saudí que acusa a Catar de apoyar el terrorismo. Aunque con cierta precaución, ya que Catar acoge su mayor base militar de Oriente Medio.
La reacción por parte de otros países regionales fue diferente. Kuwait se ofrece a mediar en la tensión, y Turquía se mantiene junta a Catar.
Las relaciones entre Catar y otros países del Golfo Pérsico ya sufrieron un periodo de tensión en 2014 cuando supuestamente Doha apoyaba a los Hermanos Musulmanes. Sin embargo, en dicha ocasión, las medidas no fueron tan duras, sólo retiraron a los embajadores.
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