“Es un golpe fraudulento y tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo”, enfatizó Rousseff durante una conferencia en la apertura del salón del Libro Político llevada a cabo el lunes en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
Rousseff aseguró que el golpe parlamentario que la removió del cargo y puso al presidente de facto Michel Temer en el poder, fue “un fraude basado en incorrecciones presupuestarias de mi Gobierno, pero fueron incorrecciones que hubo en otros gobiernos”.
La exmandataria indicó que fue necesario para gestar el golpe que más personas estuvieran involucradas, no solamente los partidos políticos de derecha.
Por último, resaltó la necesidad de que en Brasil se celebren “elecciones directas para restablecer las condiciones de estabilidad y legitimidad que puedan permitir que Brasil vuelva a crecer y andar por el camino que genera empleos y poder enfrentar la lógica del privilegio”.
De otro lado, se supo este lunes que Joesley Batista, dueño del grupo JBS pagó una campaña de marketing para “derribar” a la mandataria Rousseff y así permitir el ascenso del entonces vicepresidente y actual mandatario, hoy a punto de ser destituido por acusaciones de corrupción.
Es un golpe fraudulento y tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo”, enfatizó la dimitida presidenta, Dilma Rousseff.
Lo reveló Elsinho Mouco, publicista de Temer desde hace 15 años, al confirmar que recibió de Batista unos 100.000 dólares. “Vamos a derribar a esa mujer”, le dijo Batista a Mouco en mayo de 2016.
Según la Fiscalía, Temer incurrió en los delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita, delitos que salieron a relucir en las conversaciones que mantuvo con Batista y que fueron grabadas por el empresario y cuyos audios están en poder de la Corte Suprema.
Mediante ese acuerdo, Batista también dijo que pagaba comisiones ilegales a Temer a cambio de favores políticos a su grupo desde 2010 y que esa relación ilícita se ha mantenido desde que el gobernante asumió el poder, en mayo del año pasado, cuando comenzó el juicio político que acabó con la destitución de Rousseff. En las últimas semanas, se han alzado voces que piden la salida de Temer del poder.
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