Según el diario O Globo de Brasil, el actual presidente brasileño, Michel Temer, está envuelto en un escándalo por el presunto soborno que acordó con dos empresarios para “comprar” el silencio del expresidente del Senado Eduardo Cunha, ahora en prisión por participar en la trama de corrupción de Petrobras.
Temer se habría reunido el 7 de marzo con Joesley Batista, uno de los dueños del grupo J&F -que controla el frigorífico JBS-, quien contó al mandatario que mantenía pagos a Cunha y a su operador, Lúcio Funaro, ambos en prisión, para comprar su silencio, publicó el medio brasileño.
“Hay que mantener eso, ¿ok?”, dice Temer a los hermanos Batista cuando estos le informan de un pago mensual a Cunha por su silencio, conforme a una grabación.
Asimismo, de acuerdo con el diario, Temer señala al diputado Rodrigo Rocha Loures, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), para que resuelva un asunto de una empresa filial de JBS y, acto seguido, este recibe una maleta con 500.000 reales (casi 160.0000 dólares) enviados por Batista.
Hay que mantener eso, ¿ok?”, dice el presidente de Brasil, Michel Temer, a unos empresarios cuando estos le informan de un pago mensual a Cunha por su silencio, según una grabación.
Es entonces cuando Batista le informa, siempre según el reporte del periódico, de que también se está sobornando a Cunha para que no aporte detalles del esquema de corrupción destapado con la Operación Lava Jato, y por el que el expresidente de la Cámara está encarcelado en Curitiba (sur) y condenado a 15 años y cuatro meses de prisión por corrupción y blanqueo de dinero.
O Globo también aseguró que hay una grabación que compromete al presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el senador Aécio Neves, uno de los principales apoyos del Gobierno de Temer.
Batista también confesó a la Procuraduría General que distribuía dinero al opositor Partido de los Trabajadores (PT) y que durante el Gobierno de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) mantenía contactos con el entonces ministro de Economía y Hacienda, Guido Mantega, que defendía los intereses de JBS en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), una entidad estatal.
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