El mandatario brasileño de 76 años juró que no participará en las próximas elecciones presidenciales de su país para luego asegurar que aprobará las medidas de austeridad prometidas antes del fin de su mandato, el 31 de diciembre de 2018.
En una entrevista difundida el jueves por la noche, Temer alegó que no ha cometido ningún error en sus funciones desde la destitución de su antecesora Dilma Rousseff, el año pasado.
Temer, desde que se convirtió en presidente del país sudamericano en 2016, ha estado marcado por críticas a sus medidas económicas y polémicas decisiones. Asimismo, el presidente brasileño y los principales miembros de su partido están bajo investigación por sus nexos con varios casos de corrupción, entre ellos, recibir financiamiento ilegal de la empresa petrolera Petrobras.
La reciente decisión de Temer sobre su futuro político se ha producido al mismo tiempo que el partido del mandatario brasileño propone suspender las elecciones presidenciales de 2018.
Según informa el medio Journal do Brasil, la Cámara de Diputados del país sudamericano presentó una propuesta de enmienda constitucional para suspender las elecciones presidenciales previstas para 2018 y celebrarlas en paralelo con las de gobernadores en 2020.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia instauró el jueves, según informa el medio, una comisión especial para analizar la propuesta de enmienda, que significaría un cambio en el cronograma electoral de Brasil.
La propuesta incluye otros puntos, como poner fin a la reelección de la mayoría y un mandato de cinco años para los cargos de elección popular a escala federal, estatal y municipal.
A su vez, de acuerdo con el documento publicado por el diputado Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores, la propuesta busca aumentar el período de los senadores a diez años. El diputado denunció en su cuenta de Twitter que la propuesta es un "golpe dentro del golpe", que solo busca ampliar el mandato de Temer.
snz/ktg/snr/nal