La operación Lava Jato (lavadero de autos), que investiga desde el año 2014 la corrupción en el país sudamericano, ha obligado a cancelar 16 proyectos de infraestructura previstos en seis países de América Latina, según ha informado este domingo el Grupo de Diarios América (GDA).
Así, la financiadora corporativa más grande de Brasil, el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), suspende su millonaria financiación en Argentina, Venezuela, Cuba, República Dominicana, Guatemala y Honduras.
La decisión se ha tomado a raíz de las denuncias contra las cinco principales constructoras del país que se encargaban de las mencionadas obras —entre ellas Odebrecht, Andrade Gutiérrez y Camargo Correa—, investigadas por su implicación en un macroesquema de pago de sobornos a políticos a cambio de la obtención de contratos y otros favores.
La iniciativa se suma a otras medidas de Lava Jato, que en dos años de su investigación ha detenido a decenas de personas, en su mayoría altos ejecutivos de empresas constructoras, así como directivos de Petrobras, la petrolera estatal eje de la trama, y varios políticos. El caso también ha implicado al actual presidente, Michel Temer, y sus predecesores, Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, aunque todos lo niegan.
Entre los seis excluidos, Venezuela será el más afectado, pues se tendrán que renegociar cinco proyectos, entre los que se encuentran la expansión del metro de Caracas (capital), cuyas obras recibieron 1,280 millones de dólares del BNDES, y el astillero Astialba, destinado a fabricar barcos petroleros para la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
El segundo más afectado será la República Dominicana, luego de que el banco de fomento analizara sus seis proyectos, con un costo previsto de 656 millones de dólares.
En total, la cartera de préstamos del banco de fomento de Brasil en el extranjero suma 47 proyectos por un valor de 13,500 millones de dólares, la mayoría en América Latina.
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