"Los invito a rezar porque continúe ella (la Virgen de Aparecida), a custodiar todo Brasil, todo el pueblo brasileño, en este momento triste", dijo el pontífice al intervenir el sábado en una ceremonia en la que fue inaugurada una estatua réplica de la Virgen de Aparecida (patrona brasileña) en los jardines del Vaticano.
Pidió además oraciones para que la patrona de Brasil “proteja a los pobres, a los descartados, a los ancianos, a los abandonados, a los niños de la calle” en el gigante sudamericano.
Los invito a rezar porque continúe ella (la Virgen de Aparecida), a custodiar todo Brasil, todo el pueblo brasileño, en este momento triste", dijo el pontífice al intervenir en una ceremonia en la que fue inaugurada una estatua réplica de la Virgen de Aparecida (patrona brasileña) en los jardines del Vaticano.
Sin hacer referencia explícita a la crítica situación política que enfrenta Brasil tras el golpe de Estado contra la presidenta constitucional del país, el papa afirmó que dudaba ir a la nación sudamericana en 2017 para visitar a la Señora de Aparecida, como prometió en 2013.
Los comentarios del pontífice se producen días después de que él recibiera una carta del expresidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva sobre la “gravísima situación política e institucional” que vive Brasil.
En una carta fechada el 30 de agosto, Lula explicó cómo las fuerzas políticas conservadoras derrotadas en cuatro elecciones presidenciales sucesivas, actúan al margen de la ley para impedir la continuidad y el avance del proyecto de desarrollo e inclusión social liderado por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil.
El pasado miércoles, el Senado de Brasil destituyó a Rousseff de su cargo por irregularidades fiscales. Para la expresidenta, lo que pasó en el Senado se traduce en que la voluntad popular de los 54 millones de brasileños que la eligieron en 2014 como presidenta ha sido sustituida por la de los 61 senadores que votaron en su contra y con ello violaron la Constitución del país.
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